lunes, 7 de septiembre de 2009

Hablemos del mineralismo - Eduardo Punset: ¿Somos iguales ante la ley?

El señor punset contesta esta pregunta a unos de los lectores de XLSemanal

De su artículo se deduce que es consciente de que los estados tienen más poder del que deberiamos haberles permitido, pero a la vez en el último parrafo, que me gustaría destacar, el ve una luz de esperanza.

Antes de 20 años, incluso en países como el nuestro, se abordarán las reformas para disminuir tanto los atropellos de las libertades individuales por parte del Estado como los cuantiosos dispendios económicos que genera perseguir ciertos niveles de eficacia. Yo ya no estaré cuando esto ocurra y no le digan a nadie, por favor, que lo había anticipado cuando todavía estaba mal visto y casi nadie se quejaba. Como dice el psicólogo Howard Gardner: cuando una idea es fácilmente aceptada es que no es creativa; por este criterio, la mía lo es.

Por desgarcia yo no opino como él y creo que dentro de 20 años habran conseguido tomarnos el pelo de nuevo, y seguro que habrán creado los enemigos necesarios para que sigamos justificando atropellos a nuestra libertad.

Igual soy demasiado pesimista, y conspiranoico.

Pero las conspiranoias son lo que son y no se pueden creer a pies juntillas, igual que tampoco creo que podamos crear la mayoría de versiónes oficiales. Ampliar las fuentes de (des)información te hace tener dudas y pensar por ti mismo. ¿Eso es malo? Claro que sí, si a todo el mundo nos diera por pensar en las cosas...

En fin, creo que me he desviado un poco del tema, pero mis "conspiranoias favoritas" son las tiene como base los hechos que hacen que todos seamos menos libres y tratados como terroristas en potencia por hechos tan normales como viajar en avión o usar un telefono movil. En el fondo, dar permiso al estado para atropeyos que no hubieran sido posibles en otro marco internacional.

1 comentario:

Peter Parker dijo...

Yo me huelo un futuro semejante, al que llegaremos a base de pequeños recortes. Tiempo al tiempo, que nos detengan por estornudar o nos cobren por respirar.